La minga indígena: camina la palabra

Fotografía: rcnradio.com

La Minga tiene un lema muy significativo “Caminar la Palabra” que para los indígenas de nuestro país, significa llegar a acuerdos a través del diálogo, acto del habla y por medio de la palabra reconocer al otro. Estas comunidades suelen dar un gran valor y peso a las palabras, teniendo esto muchas veces más valor que un documento firmado.

Según Uniandes (2019), en su artículo "La Minga indígena como herramienta política" Caminar la palabra es, “romper el miedo, el terror, el silencio y la desesperanza”. Durante las marchas usualmente usan pancartas con letreros como “La palabra camina, la Minga transforma”. Las expresiones más representativas y simbólicas de la Minga son la marcha pacífica y silenciosa que hicieron desde el Cauca hasta Cali y de allí a Bogotá, un recorrido colorido, siempre escoltados de la guardia indígena. Ésta tiene como función principal velar por el control, protección y defensa de la tierra, en coordinación con las autoridades tradicionales y la comunidad.

“La minga es hoy, por derecho propio, una herramienta política de resistencia y una vía que usan para poner en la arena del debate público sus reivindicaciones y reclamos como pueblos”,
Mónica Espinosa Arango, Antropología de la Universidad de los Andes

Fotografía: colombiainforma.info

Las conocidas marchas o mingas indígenas presentadas en nuestro país sobre todo al sur occidente del territorio Colombiano, se clasifican dentro de la tipología de conflicto estructural, debido a que sus principales actores se ven involucrados en grandes movilizaciones a causa de los intereses particulares por parte del gobierno y por parte de los resguardos indígenas. 

Hemos elegido este conflicto, no solo porque estamos en la época en que las protestas sociales han desvirtuado por completo su objetivo primordial (convocar grandes movilizaciones en voz de protesta), para convertirse en verdaderos campos de batalla con la fuerza pública. Y es que en los últimos años hemos visto cómo han aumentado las protestas de pueblos indígenas y afro que han mostrado c´mo sus ideales van en contravía de cualquier política gubernamental.

De otra manera es posible identificar estas manifestaciones como conflicto de tipo intergrupal, debido a que no

son protestas permanentes, pero si buscan la reivindicación de derechos participativos de las comunidades
impactadas. En consecuencia de ello, los principales actores de este conflicto se encuentran dentro del grupo
primario, debido a que están en confrontación directa y las políticas gubernamentales los afectan de manera directa y es por ello que acuden a este tipo de movilizaciones.

Documentarse un poco sobre los derechos fundamentales de estas comunidades, es imprescindible, para evidenciar las grandes coyunturas y muchas ambigüedades que existe entre los gobiernos, con relación a lo que versa la constitución política del año 1991. Esto quiere decir, que en absoluto se están garantizando los derechos de los pueblos, contrario a ello, se ven cada vez mas vulnerados.

Fotografía: las2orillas.com 

Generalmente acude a su afán desmedido de poder, y autonomía; el gobierno Nacional ha dejado abandonados a estos compatriotas, que si bien conservan leyes propias para cada comunidad y es un derecho ganado y adquirido por su minoría, también es cierto que están bajo el cuidado, amparo y protección del gobierno estatal. Tal como lo establece el Artículo 7 de la constitución Colombiana, ¨El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación Colombiana¨

Es evidente que esta premisa fundamental ha sido por años desconocida por parte del gobierno frente a estas comunidades, ¿pero que es lo que realmente sucede para que se presente este conflicto por años?, y la respuesta tiene su origen bajo un censo entregado por el DANE en 2019, año para el cual en Colombia hay cerca de 600.000 indígenas distribuidos en 81 etnias que hablan 71 lenguas diferentes, el mayor grupo étnico se encuentra en el Cauca, conformado por los Nasa, Yanaconas y Guambianos, quienes para el año de 1971 conformaron del CRIC (Concejo Regional Indígena del Cauca), y pese a algunos avances con el gobierno para el reconocimiento de la propiedad de tierras para los indígenas, ya se han entregado bajo el título de propiedad colectiva para las comunidades, cerca de 12.000.000 de kilómetros de tierras, para los nuevos llamados resguardos indígenas, en el caso del Cauca se ha avance ha poco significativo ya que no han sido reconocidos tanto sus derechos como indígenas y dueños de sus tierras ancestrales, que fueron tomadas por las fuerzas militares, como la igualdad de condiciones como ciudadanos, tanto en salud, educación y vivienda.

Fotografía: colombiainforma.inf

La lucha de estas comunidades continuará entre tanto no se restablezcan sus derechos, se restituyan sus tierras, y los conflictos de grupos al margen de la ley no cesen, dentro del marco de sostenibilidad Nacional que el actual gobierno Duque estimula, es necesario para la solución de este conflicto tomar acciones de forma y de fondo, para que los indígenas Colombianos, puedan disfrutar de las tierras heredadas por sus ancestros, fomentando planes de apoyo económico para el desarrollo y sostenibilidad de las etnias, con programas rurales de escuelas y hospitales, que abarquen todas y cada una de las poblaciones habitadas, y que se respeten sus leyes y creencias, como pueblos autónomos, miembros de una Nación.

Como ya hemos visto, el gobierno ha enviado emisarios como ministros y el defensor de pueblo a negociar con los cabildantes, sin lograr un mayor avance, pero adicional a ello, en la zona hay una fuerte presencia de ejército y ESMAD con la única finalidad de dispersar las manifestaciones y evitar los desmanes que se generan a partir de los enfrentamientos, violentando de esta manera el artículo 68 de la constitución, que reza sobre el derecho de los grupos étnicos a la formación y desarrollo de su identidad cultural, siendo esto uno de los reclamos más básicos hechos por la minga. De este modo, no es fácil para ellos abordar una solución diferente a las medidas de bloqueo que ya conocemos, pues si bien los pueblos indígenas son patrimonio cultural nacional inalienable, y el estado les reconoce funciones jurisdiccionales dentro de su territorio, que no afecten las leyes de la república; el mismo estado les está mostrando la enorme ambigüedad que existe desde su participación e inclusión política, hasta las metodologías de coordinación e impartición de justicia, pues si bien reconoce la existencia de los pueblos y comunidades afros, indígenas y campesinas para determinados procesos de beneficio estatal, no es un secreto que les da la espalda cuando de sentarse a negociar asuntos de interés colectivo se trata. Así es que una buena estrategia del gobierno es tergiversar la información a través de los medios de comunicación masiva, que pretenden hacer creer no solo que los pueblos campesinos, indígenas y afros están siendo infiltrados por disidencias de grupos al margen de la ley, sino también con el ánimo de que la población en general no entienda las causas estructurales por las que se llevan a cabo dichas manifestaciones.

Socialmente es un factor que nos afecta a todos, entendemos que ha sido una comunidad colombiana que tiene los mismos derechos que todos y que infortunadamente fueron relegados por décadas, pero ya es momento de despertar. Siendo conscientes que existen, tienen derechos fundamentales que deben ser reconocidos y como sociedad debemos luchar unidos para podamos vivir dignamente, sintiendo orgullo de nuestras raíces y todo ese bagaje ancestral que tenemos sigue intacto. Además de conservar esa identidad cultural que nos caracteriza, es importante para construir nuestro desarrollo cultural. Todo este panorama nos permite entender que la Minga indígena es una práctica sagrada y ancestral que se resume como -trabajo colectivo-, siempre buscando el bienestar de la comunidad. En sus tradiciones, es bien sabido que siempre han usado esta voz de protesta pacífica para sembrar, construir, abrir caminos, proclamar derechos fundamentales, abrir colegios y muchas otras actividades que son y serán significativas para los indígenas colombianos.

¿Cómo se puede ejercer un liderazgo en la comunidad como agente social de resolución de conflictos?

El liderazgo se centra, en el ser, el hacer y como decir aquello que quiere ser escuchado, por naturaleza el hombre es un ser solitario e individualista, que crea sociedad bajo la necesidad de conseguir algo a cambio, en las nuevas sociedades este concepto tiende a ser cambiado por el de comunidad, que para este caso será el de común acuerdo, dentro de cualquier grupo de personas es habitual tener diferentes puntos de vista bajo una misma situación, y aún más cuando estas discrepancias hacen parte de un conflicto, la organización es fundamental para iniciar el desarrollo de propuestas y alternativas de solución, contando con un vocero y líder que tenga en cuenta cada uno de los aportes de los protagonistas de la situación, y que interprete ese sentir, transformándolo en  diálogos asertivos y de conciliación con los entes negociadores o facilitadores de la resolución del conflicto. Teniendo en cuenta el estudio de caso abordado y evidenciando la principal problemática, consideramos que para ejercer un liderazgo en la formulación de alternativas para resolver conflictos en cualquier escenario de la vida humana, debe complementarse con la interacción en las relaciones interpersonales, respetando la opinión del otro, siendo solidario para brindar alternativas de solución a los conflictos que generan violencia, ya que ser líder es un gran compromiso y responsabilidad para mantener la capacidad de tomar iniciativas, proporcionar ideas innovadoras, teniendo en cuenta las inquietudes que los demás puedan ofrecer soluciones para alcanzar los mecanismos y alternativas a las problemáticas que ayudan a construir paz y mejorar la calidad de vida de todos.

Referencias
Almendra, V. R. (2009). La palabra y la acción para la movilización. Comunicación y Ciudadanía, (2), 42-51.
Escobar, A. (2011). Una minga para el posdesarrollo. Signo y pensamiento, 30(58), 278-284.
Rozental, M. (2009). ¿ Qué palabra camina la Minga. Revista Deslinde, 45.